Experiencias...

Prácticas laborales
Francisco Berraquero García

He estado en EULEN haciendo unas prácticas de limpiador de oficinas. Empecé en Diciembre de 2011 y he terminado en Febrero de 2012.

Estas prácticas las he encontrado a través de APROSE, y después de realizar una entrevista, fui seleccionado. Mi horario de trabajo era de 9 a 14, de lunes a viernes. Para la formación iba a la Cartuja y a REDES, y me formaban en nuevas tecnologías y medio ambiente, entre otras cosas. Las prácticas las realizaba en la oficina de UGT de Blas Infante.

Mi trabajo consistía en limpiar las mesas, las sillas, las estanterías, etc. junto a dos compañeras. En ATUREM ya había aprendido la importancia de ser responsable, puntual, de no faltar sin justificar la falta, etc. y he podido comprobar que en EULEN me pedían lo mismo. Cada mañana debía firmar el control de asistencia.

El trato con mis compañeros y con el jefe ha sido muy bueno, tanto que me ha dado mucha pena terminar las prácticas. Los compañeros me han pedido que me pase de vez en cuando a verlos.

Visto lo positiva que ha sido la experiencia, estoy deseando repetir.

Mi experiencia en ASPANRI
Eduardo Gómez Uribarri

Mi experiencia en ASPANRI en el I Curso de E.P.O de Oficina, me ha ido muy bien.

Empezando por el personal, el trato que he recibido ha sido perfecto y cercano y los compañeros, también han estado cercanos y muy familiares en todo momento. En relación a los contenidos del curso, tengo que decir que estaban muy bien adaptados y que era muy estimulante el ambiente que se creaba tanto en la clase como alrededor de ella.

He aprendido a ser un buen auxiliar de oficina y he aprendido a desenvolverme en ese ambiente. Las tareas con las que me he sentido más cómodo han sido entre otras, la mecanografía y la informática.

No quiero despedirme sin dejar claro que es una mágnifica asociación de cara a la formación y por ello y desde aquí me gustaría darle las gracias a todos los que lo han hecho posible.

Desde que estoy en ATUREM

 Juan Sánchez Barrios

La experiencia que yo he tenido aquí en los tres meses que llevo en el grupo es muy buena. Aquí hago muchas tareas y vivo muchas experiencias de la vida que antes no había tenido.

Yo siempre había estado en mi casa, siempre encerrado, limpiando y haciendo las cosas de la casa. En ATUREM, cuando entré, empecé a salir con los monitores e hice cosas que no había hecho en todos los años de mi vida.

Además, el taller laboral me gusta mucho: monto piezas de los tendidos eléctricos, colaboramos en algunas tareas del Centro Especial de Empleo, etc.

Paloma me ha dado experiencias que no he tenido en mi vida y mucho cariño, y me ha ayudado en el trabajo.

Carlos me ha dado cosas que hace años que no tenía y me ha ayudado a defender mis ideas.

Ahora también tengo una buena amiga, Chari. Con ella, su novio y una buena amiga mía, he salido por primera vez solo este fin de semana. Nos ha costado un poco convencer a nuestros padres, pero lo hemos conseguido. Los cuatro nos hemos ido a pasar la tarde juntos, y la experiencia ha sido maravillosa… la repetiremos seguro.

Mi experiencia como autogestor
Eduardo Gómez Uribarri


Los comienzos...

Los comienzos fueron un poco duros, puesto que estaba en una situación mala, porque por una parte, estaba en una situación mental a mejorar, y por otra no tenía monitor de referencia, y me sentía perdido. Esta situación no me ayudaba a estar bien conmigo mismo ni con el medio.  Mi situación me hacía no confiar en nadie y sentirme perseguido. No me sentía receptivo al aprendizaje, a una formación para el futuro. En el centro, me sentía perdido en el orden de las tareas diarias y no encontraba a nadie que me ayudara.

Cuando entré en el grupo de autogestores...

Me encontraba mal cuando entré. Al principio tenía conflictos con todos mis compañeros del grupo, debido a mi situación anímica.

Las cosas empezaron a cambiar cuando me apoyaron mis nuevos monitores y me respaldaba en mi compañero Enrique. Me formaban en habilidades sociales y laborales, y me volví más receptivo hacia la formación y hacia mis compañeros. Ellos también me daban consejos en las reuniones de grupo, y aunque al principio me costaba aceptarlos, ahora veo que me sirvieron de mucho. Con el grupo, empezamos a hacer muchas salidas, que al tiempo que me distraían, me enseñaban.

Hoy en día, me llevo bien con todos los compañeros, cada vez me siento más integrado en el grupo. Tengo problemas de visión, y antes mis compañeros no me ayudaban a ir por la calle. Ahora, nadie me deja solo, y me siento mucho más seguro.